¿Cómo funciona?
La aguja va insertada en el interior de la cánula, que es una aguja sin punta, lo que hace que su colocación sea prácticamente inapreciable y reduce en gran medida el riesgo de hematomas.
Tras la colocación se retira la cánula y se masajea para que las agujas se enganchen en la piel, tiramos del hilo hasta reposicionar el tejido y se corta el exceso.