No es irritante ya que se hace con una aguja muy fina. No deja cicatrices, pero puede producirse algo de hinchazón, especialmente en pacientes con piel muy sensible.
Para prevenir o reducir la aparición de hematomas, se aplica una compresa fría en la zona infiltrada durante el procedimiento. Después de eso, se suelen usar cremas especiales que contienen árnica o vitamina K.
El paciente puede regresar a su rutina diaria, social y laboral.
Este procedimiento se puede complementar con otros como rellenos de ácido hialurónico o peelings.